Cocida en el horno de la Rajoleria de Can Frigola

En noviembre de 2003 Forallac recuperó el proceso tradicional de hornear ladrillos en las Gavarres volviendo a hacer funcionar el antiguo horno ladrillero del Mas Playa de Fitor, uno de los mejor conservados de la zona. El objetivo de la iniciativa era el de revivir y dar a conocer ésta técnica, que desapareció con la llegada de los hornos industriales.

La cocida estuvo promovida por el ceramista y vecino de Fonteta José Matés, siguiendo el modelo iniciado por la Fiesta de la Carbonera, en la línea de recuperación de nuestras tradiciones. Matés contó con la colaboración del ladrillero de Regencós, Joan Ferrer, uno de los pocos profesionales que todavía siguen con fidelidad el proceso tradicional de fabricación y cocida de ladrillos. Ferrer aportó el 50 por ciento de la cocción, ladrillos macizos hechos artesanalmente. El resto del horneado se completó con piezas de barro de varios ceramistas.

En la organización de esta actividad fue decisiva la implicación de la familia Botey, propietaria de la Mas Plaja y del espacio donde queda ubicada la "rajoleria". Los organizadores de la fiesta también contaron con la colaboración del Ayuntamiento de Forallac y del Consorci de les Gavarres.

La experiencia fue un éxito y por este motivo, el Ayuntamiento le quiso dar una nueva dimensión acercándola más a la gente. Fue entonces cuando se pensó en hacer la cocción en la "Rajoleria del Mas Frigola", que se encuentra situada en un lugar más accesible. Para poder hacer funcionar se tuvo que acondicionar para que pudiera soportar el proceso de cocción, ya que la estructura estaba muy dañada. La primera cocida en este horno se hizo en noviembre de 2005.
 

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